lunes, 23 de abril de 2012


El estudio.
Una actitud pasiva en el estudio es altamente perjudicial, ya que limita enormemente el rendimiento y exige muchas más horas que una actitud activa, para lograr en el mejor de los casos los mismos resultados.
Es preciso saber que estudiar no se reduce a leer.
En primer lugar hay que asegurarse la atención y reducir en todo lo posible las ocasiones externas de distracción.
Primeramente al comenzar al estudiar debemos formarnos una idea global general a la pregunta ¿de qué se trata esta lección?
En la segunda fase del estudio hay que atacar por separado a cada una de las unidades metiéndose a fondo en ellas. Es conveniente que cada una de esas unidades no sea demasiado grande y que realmente constituya una unidad. Cada una de esas unidades ha de ser sometida a una lectura concentrada en la que ea requisito fundamental que no quede nada sin entender. Uno de los peores hábitos que puede adquirir un estudiante, es contentarse con aprender lo que tiene delante aunque no lo comprenda. Por ello para estudiar es imprescindible tener a mano un diccionario.
A continuación es fundamental descubrir la estructura de esa unidad, distinguiendo lo principal de lo secundario y examinando la conexión que tienen entre sí las diversas ideas. O sea, al estudiar es fundamental distinguir es estructura: ante todo descubrir cuál es, o cuales son las ideas principales. Una vez descubiertas éstas, ver cómo son explicadas, probadas o aclaradas por medio de ideas secundarias. Con ello conoceremos las estructura interna de lo que estudiamos y tendremos algo que podríamos llamar el esqueleto.
Para dicha estructuración es recomendable dos sistemas: el subrayado y el esquema. El subrayado presupone como condición que el libro utilizado sea nuestro. ES IMPORTANTE SUBRAYAR POCO. Un subrayado continuo o cuasicontinuo es prácticamente inútil. Se deben subrayar las frases o palabras que contienen ideas importantes. Se recomienda jerarquizar el subrayado, del modo que las ideas principales estarían subrayadas de una forma y las secundarias de otra.
Puede ser muy útil completar el subrayado con notas marginales, donde por ejemplo se indica con un título marginal cada cambio de contenido que se da en el texto.
El mejor medio para descubrir la estructura de lo que estamos estudiando es el esquema o guión, siendo una de sus características fundamentales la brevedad.
Una vez que hemos comprendido la materia que estamos estudiando y por medio de subrayados o de esquemas hemos descubierto y fijado instintivamente su estructura, es el momento de aprenderla. Aprender es fijar en la memoria lo ya entendido y organizado, ya que la memoria recoge y retiene mucho mejor y con menos esfuerzo lo que previamente se ha entendido.
A la hora de memorizar es preferible aprender y retener ideas y no frases.
Por otro lado, la memoria de cada persona suele tener características diferentes. En unos predomina lo visual, y les ayuda para retener un tema, recordar la estructura gráfica del esquema. En otras predomina lo auditivo y en el proceso de memorización les conviene tal vez actuar en voz alta o esbozar la pronunciación. En todo caso será necesaria una fuerte concentración activa. En resumen, la memorización debe ser dinámica y activa.
La última fase del proceso de estudio es el control, con un doble sentido: control de compresión y control de retención.